Un juez de control de garantías envió a la cárcel a Leonor Salas Moreno, una falsa empleada doméstica que al parecer, se ganó la confianza de una pareja de esposos que espera bebé para suministrarles escopolamina y robarlos, dijeron las autoridades.

La Fiscalía General de la Nación dijo que la mujer le habría mezclado la sustancia química en los alimentos para luego hurtarles sus pertenencias a Andrés Arbeláez y su esposa, residentes en Bogotá.

Está señalada del delito de hurto calificado.

“Labores de policía judicial evidenciaron que la procesada, al parecer, aprovechó su condición de empleada doméstica para suministrarle a sus empleadores alimentos impregnados con una sustancia que los colocó en estado de indefensión”, dijo el ente investigador en un comunicado de prensa.

Los hechos ocurrieron el pasado 27 de enero cuando sometió a sus víctimas que cayeron en una profunda somnolencia lo que fue aprovechado para apoderarse de dinero, joyas, celulares y electrodomésticos.

Esa tarde, la hija menor de la pareja, extrañada porque no la habían recibido al regresar del colegio, le preguntó a la empleada por sus papás, a lo que le respondió que habían llevado a una cita médica y “llegaron cansados”.

La menor, de manera valiente, sospechó que algo extraño estaba pasando, y logró llamar la atención de los vecinos, quienes advirtieron la Policía Nacional. Los uniformados llegaron a la vivienda donde capturaron en flagrancia de la procesada, en cuya habitación fueron encontrados varios objetos hurtados, tal como fue captado en videos de seguridad.

“Nos sentamos a las 2:00 p. m. y media hora después nos levantamos, recogimos los platos y hasta ahí llega mi recuerdo. Yo vuelvo en sí, 30 horas después. La mujer no ha entendido la dimensión de lo que hizo”, narró Arbeláez en diálogo con Caracol.

La pareja fue trasladada a la Fundación Santa Fe en donde fue atendida.

Leonor Salas Moreno negó su responsabilidad en estos hechos.